"[...] Y enfrente: la nada...
Una nada tan espesa que apenas podías distinguir lo real de lo ficticio: de película...
Especialmente para enmarcar, es el momento en que, nuestros protagonistas, chocan de bruces contra la cruel realidad que les acecha: no son capaces de despertar del sueño en que se han enfrascado. Suena extraño. Que un grupo de personas no pueda (no, que no quiera) despertar, puede parecernos una situación ridícula, pero nada más lejos de la realidad: no pueden despertar. Algo los paraliza. Dormidos. Difícil situación para quien no entiende de sueños, para quien no entiende de agonía en un sueño.
Pero dejemos a un lado la agonía para centrarnos en lo que nos ocupa: nuestros protagonistas se encuentran ante un laberinto de sensaciones que tienen que interpretar para poder romper las ataduras (que existen) y devolverlos al lugar del que fueron arrancados semanas atrás: la realidad. [...]"
¿Se imaginan no poder despertar? Pues de esta macabra historia (propia, por cierto, e inacabada), podemos deducir varias de las situaciones a las que diariamente nos enfrentamos: sueños rotos, sueños ideales, perfectos, sueños...
Os dejo con el enigma. ¿Algún voluntario para comentar su propia historia?
FoN
Una nada tan espesa que apenas podías distinguir lo real de lo ficticio: de película...
Especialmente para enmarcar, es el momento en que, nuestros protagonistas, chocan de bruces contra la cruel realidad que les acecha: no son capaces de despertar del sueño en que se han enfrascado. Suena extraño. Que un grupo de personas no pueda (no, que no quiera) despertar, puede parecernos una situación ridícula, pero nada más lejos de la realidad: no pueden despertar. Algo los paraliza. Dormidos. Difícil situación para quien no entiende de sueños, para quien no entiende de agonía en un sueño.
Pero dejemos a un lado la agonía para centrarnos en lo que nos ocupa: nuestros protagonistas se encuentran ante un laberinto de sensaciones que tienen que interpretar para poder romper las ataduras (que existen) y devolverlos al lugar del que fueron arrancados semanas atrás: la realidad. [...]"
¿Se imaginan no poder despertar? Pues de esta macabra historia (propia, por cierto, e inacabada), podemos deducir varias de las situaciones a las que diariamente nos enfrentamos: sueños rotos, sueños ideales, perfectos, sueños...
Os dejo con el enigma. ¿Algún voluntario para comentar su propia historia?
FoN
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